La creatividad más allá de lo que se crea.

La creatividad más allá de lo que se crea

 

La creatividad más allá de lo que se crea

 

La creatividad, denominada también pensamiento original, pensamiento creativo, inventiva, imaginación constructiva o pensamiento divergente, es la capacidad de crear, de innovar, de generar nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que normalmente llevan a conclusiones nuevas, resuelven problemas y producen soluciones originales y valiosas. La creatividad es la producción de una idea o un concepto, una creación o un descubrimiento que es nuevo, original, útil y que satisface tanto a su creador como a otros durante algún periodo.

Fuente: https://www.significados.com/creatividad/.

La creatividad se ha visto hasta hace muy poco como únicamente un recurso para las mentes y las manos de unos pocos como los artistas, los pintores, los escultores, etc. Hoy en día se podría afirmar que todas las personas son creativas. La creatividad es un rasgo que poseemos todo el mundo y seguro que lo somos, de una forma de o de otra. Esto lo afirma Jeff De Graff un profesor universitario estadounidense que desarrolló la Teoría de los cinco tipos de creatividad Estos son:

Creatividad mimética
El término de mímesis surge de la antigua Grecia y significa imitar. Consiste en aplicar una idea ya existente en otra área para generar un nuevo concepto que se adapte al actual mercado.

Creatividad Bisociativa
Es la capacidad de nuestra mente de relacionar pensamientos de los que pueden surgir grandes conceptos; es el hecho de potenciar un proyecto con base en la famosa lluvia de ideas.

Se desarrolla por medio de la dinámica de las tres F:
Fluidez. Cuanto mayor sea la cantidad de ideas, mayor es la probabilidad de encontrar mejores soluciones.

Flexibilidad. – Se trata de reacomodar las ideas hasta dar en el clavo, es decir, que se ajusten a lo que estamos buscando.
Flujo de ideas – Hay que disfrutar y no trabajar bajo presión, ni estrés para que las cosas comiencen a fluir naturalmente.

Creatividad analógica
Implica relacionar distintas cosas, aunque no tengan semejanza alguna, con el fin de resolver problemas que desconocemos.

Creatividad narrativa
Mezcla personas, acciones y tramas mediante descripciones para contar una historia construida como un nuevo relato o una reconstrucción con diferentes versiones.

Creatividad intuitiva
Es el clímax de la creatividad que se produce al concebir una idea en la mente sin necesidad de ayuda externa. Es como la meditación, en la que uno está relajado en un estado de conciencia que emana fluidez. De acuerdo con De Graff este estado puede llegar más lejos de nuestro alcance.

Fuente Jeff De Graff 

Todos estos tipos y otros se combinan entre los dos hemisferios cerebrales, el izquierdo y el derecho. Cada uno se encarga de diversas actividades, y los dos procesan la información de una manera radicalmente distinta, pero al mismo tiempo son complementarios. Es más, no podrían coexistir dado que necesitan un equilibrio para funcionar correctamente. El hemisferio izquierdo se encarga del razonamiento, lenguaje hablado, lenguaje escrito, habilidad científica, habilidad numérica y control del remo derecho. El hemisferio derecho se encarga de la intuición, imaginación, sentido artístico, sentido musical, percepción tridimensional y control del remo izquierdo. 

La creatividad existe desde nuestros primeros pasos en la historia. Los neandertales ya pintaban arte rupestre hace 65.000 años en las paredes de las cuevas. Y sin ser algo artístico, pero sí creativo, el Homo Erectus creó el fuego hace unos 1.600.000 años. Se trata, pues, de una habilidad del ser humano desde sus inicios. Hoy en día vivimos rodeados de creatividad: edificios, escaparates, graffitis, mensajes en vallas publicitarias o en las redes, la forma en la que cada uno elige vestirse, vehículos, restauración, innovación tecnológica, etc. 

El desarrollo de lo creativo es necesario para un crecimiento indispensable y oportuno para el ser humano, en lo profesional y personal. La creatividad es un músculo que podemos entrenar a diario como hacemos en un gimnasio. Las personas creativas son las que más soluciones buscan a los problemas que se encuentran. La creatividad también nos permite buscar alternativas y resolver problemas y situaciones de cualquier índole. En sí, la creatividad nos tiende la mano para reinventarnos como personas. 

La creatividad en el hacer, por tanto, es inherente a cualquier aspecto de la vida: en el trabajo, en la familia, con las amistades, conduciendo, comprando, para llegar a final de mes, en un atasco, en un conflicto, etc. Es un bien intrínseco por desarrollar y descubrir si lo pones a trabajar. La imaginación es necesaria, y más cuando el tiempo es el que es, un bien escaso. 

En las sesiones de coaching con los clientes la creatividad es fundamental, forma parte de esa fantástica caja de pinceles que no puedes prestar, que se ha construido en el tiempo.  Escoger el correcto te ayuda a hacer la mezcla en tu tabla de colores en el momento exacto, la combinación puede transformar un boceto en la mejor composición de un lienzo. Las metáforas bien escogidas son eso, un viaje de vuelta por otro camino al mismo lugar con gafas nuevas, el silencio es ese espacio que te permite rebuscar en tu mente, la confianza se convierte en el mayor aliado para pasear juntos hasta aquel lugar donde el cliente quiera llegar.

Para terminar, me gustaría facilitar una información sobre nuestro gran desconocido: el cerebro.  Consume más de lo que imaginamos. Puesto que su consumo energético es de 350 calorías en 24 horas, esto es, un 20% de lo que solemos gastar aproximadamente al día, y únicamente el 2% del peso corporal. Es un ser vivo que se nutre y que debemos alimentar de oxígeno y glucosa. ¿Por qué no lo convertimos en nuestro mejor aliado…?